Fue de los primeros en llegar a Tucumán, donde este jueves participará del I Encuentro de Cortes y Superiores Tribunales de la Argentina sobre Gestión Judicial.
A Rafael Gutiérrez, titular de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, además, le toca presidir la asamblea anual ordinaria de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Jufejus) -actividad programada en paralelo con la primera convocatoria-.
En mangas de camisa y pausadamente, el magistrado expresó a LA GACETA: "el nuevo paradigma judicial reconcilia a los jueces con la sociedad". Las Cortes y Superiores Tribunales pretenden llegar a ese nuevo paradigma por medio de la gestión -un proyecto de norma sobre este tema será debatido por primera vez en Tucumán-. Gutiérrez aseveró que esa palabra incluye la organización de iniciativas que se han llevado adelante para mejorar la administración de justicia, pero, sobre todo, la modernización tecnológica de la Justicia.
"Tenemos que caminar hacia el expediente digital", postuló con convicción.
En la conversación con LA GACETA, el magistrado santafecino reivindicó a la independencia judicial como un valor irrenunciable del Estado de Derecho.
"En el ámbito nacional se mira con preocupación que los funcionarios políticos discutan los fallos", delizó. Además, defendió la necesidad de que la Justicia cuente con su propia Policía: "es lo más conveniente para la investigación de los delitos... Es un asunto que depende estrictamente de la voluntad política e institucional".
-¿Qué implica la gestión judicial?
-Básicamente procesos de modernización como la incorporación de la informática y de la estadística. Si no sabemos dónde estamos parados no podemos gestionar correctamente ni responder a las necesidades de la gente. Esta palabra, gestión, también hace referencia al liderazgo que los jueces y funcionarios deben ejercer para sacar provecho de la infraestructura disponible y, de ese modo, agilizar las respuestas que solicitan los ciudadanos.
-¿Cómo serán los Tribunales del futuro?
-Tenemos que caminar hacia la digitalización de las unidades judiciales, hacia el expediente judicial. En Santa Fe estamos haciendo experiencias piloto en juzgados y en un tribunal donde toda la documentación y la comunicación queda registrada en soportes informáticos. Desaparece el expediente en papel. El primer paso fue la consulta virtual del estado del proceso, que nosotros también aplicamos al Registro Público de Comercio, órgano donde se inscriben las sociedades y los actos comerciales. Normalmente esta oficina está ubicada en las capitales de las provincias o ciudades más importantes, y los habitantes del interior tenían que viajar hasta allí para hacer sus trámites. En Santa Fe ya no hace falta: ahora usan el correo electrónico para solicitar informes sobre la persona jurídica con la que pretenden contratar. Vamos hacia allí, hacia la notificación digital que simplifica todo el trámite del aviso personal y soluciona el problema de entrar a notificar en barrios peligrosos.
-¿En qué ayudará aprobar un proyecto de norma de gestión como el que propone Tucumán?
-Esta propuesta organiza las iniciativas que mencioné. Vamos a estudiarlo y a tratar de llegar a conclusiones, pero, indudablemente esta primera reunión será un puntapié importante (para avanzar en el tema). Porque no todas las provincias están en las mismas condiciones tecnológicas. Son presupuestos mínimos: cada poder judicial es autónomo y debe decidir cuál es el sistema de gestión que considera apropiado para impartir justicia en el siglo XXI. El nuevo paradigma judicial reconcilia a los jueces con la sociedad porque la gestión más eficiente facilita el acceso a la Justicia.
-Pero si esos cambios fueran fáciles, ya se habrían implementado...
-Toda transformación, cambio o modernización choca contra cierto grado de resistencia. No es igual la capacidad de adaptación de un empleado que recién entra a Tribunales que de otro que lleva varias décadas en el cargo. Los jóvenes vienen con la informática incorporada... Pero los magistrados tenemos que hacer el esfuerzo por adaptarnos. Eso sí, siempre hay que capacitar al personal. Primero, entrenar en los cambios; después, implementarlos. Todo lo nuevo genera reacciones diferentes: gente que se anota inmediatamente y gente más reacia. Hay que saber manejar la cuestión.
-La Corte de la Nación ha impulsado muchas reformas en particular desde la Primera Conferencia Nacional de Jueces celebrada en su provincia, en 2006. ¿Cómo evalúa estos cincos años?
-Lo importante es que ha promovido la participación de todos los jueces del país sin importar si se trata de la Justicia Federal o de la provincial. Se han roto las diferencias y preconceptos que podían existir de ambos lados. Indudablemente hay un liderazgo natural en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Se han mejorado las relaciones y se ha dado un mensaje de unidad institucional en la defensa de principios como la independencia judicial, que es irrenunciable para el funcionamiento del Estado de Derecho.
-¿Cómo vive esa independencia teórica la Jufejus?
-En el ámbito nacional se mira con preocupación que los funcionarios políticos discutan los fallos. Creo que las sentencias sólo se cuestionan judicialmente, por medio de los remedios procesales. Es un problema para la seriedad del sistema institucional argentino: los países que se desarrollan son los que han conseguido que los poderes del Estado funcionen con normalidad y con independencia. En las crisis es cuando se pone a prueba la firmeza de las instituciones.
-La inseguridad también ha aumentado la presión sobre los Tribunales...
-Cuando ocurre un delito, el Poder Judicial debe ofrecer todas las garantías constitucionales en un proceso rápido y efectivo. Pero para eso necesitamos la policía judicial, una policía científica adecuada dentro de la Justicia que dependa de los fiscales y los jueces y que tenga todos los medios técnicos. Porque si los delincuentes tienen mejores armas que la policía, ¿cómo los combatimos?
-Pero la Policía se resiste a desdoblarse. El tema se planteó el año pasado y no hubo caso.
-Pero es lo más conveniente para el esclarecimiento de los delitos porque no puede ser que el mismo personal de seguridad tenga que investigar un robo. O sea, que el que reciba la denuncia de un choque y otorgue un certificado, esté a cargo de una pesquisa. En Santa Fe no tenemos aún la policía judicial, pero vamos hacia ello. Al final, es un problema de pauta cultural igual que la resistencia a la modernización de la Justicia. Es un asunto que depende de la voluntad política e institucional. Pero es el único camino que hay: no lo digo yo, sino la experiencia mundial. No estoy inventando nada.